Por eso, mientras no lo hacés, te damos ideas de como cuidarlo desde tu casa.
Encendido de motor
Poner el motor en marcha por lo menos 15 minutos, o hasta que alcance su temperatura normal, idealmente cada 10 días.
Hacerlo en zonas al aire libre, o con un alto grado de ventilación para evitar riesgos de intoxicación.
Esto previene la formación de deposiciones, corrosión y ayuda a mantener la batería en un nivel alto de carga.
Movimiento de neumáticos
Hacer rodar los neumáticos si tenés lugar suficiente. Está mínima circulación ayuda a que la marcha del motor se extienda a otros circuitos como elementos de transmisión y frenos, entre otros.
Además permite reducir la “memoria” que adopta el caucho por estar mucho tiempo en una misma posición.
Encendido del aire acondicionado
Hacer funcionar el aire acondicionado cuando pongamos en funcionamiento el motor. Esto es importante para que el aceite interno circule. Siempre teniendo la precaución de apagar el aire acondicionado unos minutos antes de apagar el motor y poniendo el soplador al máximo.
Medición de aceite y agua
La medición de aceite y agua te da a conocer el estado actual de ambos y llevar un mejor control.
Limpieza
Lavarlo antes de guardarlo para quitar eventuales sustancias sobre las superficies tales como excremento de pájaros, resina de árboles, restos de insectos adheridos en el frente, que pueden producir daños sobre la pintura y plásticos.
Combustible
Encendé el motor de tu vehículo periódicamente para hacer recircular el combustible en el depósito.
Si la última carga de combustible que realizaste supera los tres meses, te recomendamos agregarle por lo menos un 20% de combustible nuevo para que el mismo se mantenga en óptimas condiciones.
Esto previene problemas con el sistema de inyección, especialmente, en los vehículos con motorización diesel.